Ficha de Ares

Ares ya casi no recuerda el rostro de su madre, pues esta desapareció cuando tenía sólo cinco años. Para evitar que su padre se preocupase demás por él, el pequeño intentó empezar a sonreír cada mañana, para así al menos fingir que se encontraba bien. Durante dos años Ares fue adoptando esa sonrisa como una máscara permanente, ya que su padre finalmente parecía estar superando el asunto de su madre... Hasta que un día él se fue con un bolso muy grande, asegurando que la traería de regreso.

Su padre no volvió en una semana, y en su lugar el que abrió la puerta fue un tío, quien le dijo que a partir de ahora lo cuidaría él como su tutor. Ares nunca supo qué pasó con sus padres sino hasta más adelante, que escuchó a su tío hablando con otro familiar por teléfono, en donde dijo claramente que Aron, el padre del pequeño, había fallado en entregar el rescate y la mafia con la que estaba endeudado acabó matándolo junto con su esposa.

Durante muchas semanas el pequeño estuvo mal, sin querer ir a la escuela, hasta que su tío prácticamente lo obligó para que no siguiera atrasándose en sus estudios. Ese día no se sentía con ganas de hacer nada, por lo que se quedó atrás a la hora en la que sus compañeros fueron reuniéndose en parejas. Al estar solo y prácticamente con la mente en otro lado, el profesor lo puso con una chica de su clase.

Al estar con ella, inevitablemente tuvieron que conversar un poco sobre la tarea que tenían que hacer, y ya de paso se enteraron que eran vecinos. No tardaron mucho en hacerse amigos, pese a la actitud arisca y algo distante de ella, y aquello al menos le subió un poco los ánimos al pequeño, pues ahora tenía una nueva amiga que además de todo vivía al lado.

Aunque aquello duró poco, gracias a una tonta pelea que tuvieron más adelante, se cortó la amistad entre ellos y Ares volvió a faltar por unos cuantos días. Pensó que lo mejor iba a ser simplemente quedarse en su casa y no volver a salir, hasta que la niña le pasó por la ventana un vasito de plástico atado a un hilo, mediante el cual le llegó una disculpa inesperada. El gesto de disculpa no era nada muy corriente como habría de esperarse por parte de cualquier otro niño, pues Misaki era un tanto "especial", y no era del tipo de persona que se atrevería a disculparse por algo como eso.

Quizá fue por eso que decidió volver a la escuela para seguir estando con ella, y gracias a eso, su amistad se fortaleció. Aún si él hizo más amigos, siempre procuraba tener tiempo para ella, hasta que comenzaron a pasar más tiempo juntos. La cosa se tornó extraña cuando Misaki le confesó ser la reencarnación de una diosa griega, y aunque en aquél entonces el pequeño se sorprendió bastante, luego comenzó a creer que simplemente se trataba de una broma... Hasta que le pasó a él, a los 16. Ya teniendo otro tipo de relación con ella, todo se le complicó cuando Ares Dios tomó posesión de su cuerpo por primera vez. Aún si no pueden estar los dos en el mismo plano, existe una leve comunicación entre ellos, por lo que podría decirse que fue un "desagrado mutuo a primera vista".

Y lo que más detestó Ares del otro, es el hecho de que él lastima a Misaki y no puede hacer nada al respecto.

Cuando se libró de la tutela de su tío y se fue a vivir con ella a un departamento rentado, las cosas se complicaron todavía más con el otro Ares, y el chico comenzó a pensar que fue mala idea haber sugerido vivir bajo el mismo techo, pues entonces el Dios tendría toda la cancha libre para llegar y hacer lo que se le viniera en gana con ella.

Aún así, las cosas parecieron funcionar de alguna manera hasta entonces... Aunque ya decidió desde hace tiempo que si el otro Ares llega de nuevo para hacerle daño a Misaki, o algo aún peor de lo que suele hacerle cuando toma posesión de él, deberá terminar la relación para irse lejos y así evitar que el otro sujeto la siga lastimando.