Ficha de Acuario~

Acuario nació hace cientos de años junto a todos sus hermanos, y desde que tiene memoria todos han permanecido en el mundo astral, viendo cómo los planetas se creaban, junto a los diferentes Dioses y seres humanos.

A diferencia de los demás Signos Zodiacales, ella no deseaba bajar al mundo humano. Estaba bastante cómoda en su lugar, mirando cómo se desarrollaba la evolución de los seres vivos; sin embargo, con el paso del tiempo descubrió que las personas eran casi un cáncer para la Tierra. Creaban guerras, mataban sin piedad, destruían ecosistemas enteros y exterminaban animales para siempre.

Siendo un Signo bastante apegado a la naturaleza, aquello le dolía demasiado. Para Acuario, la vida era lo más importante, y no podía creer que los humanos, e incluso los Dioses, jugaran con ella de una manera vil y cruel.

Un día, Escorpio la retó a bajar a la Tierra. Viendo que su reputación peligraba si perdía la apuesta, la chica accedió. Optó por ir a un lugar relativamente tranquilo y alejado de aquella zona donde se encontraran los Dioses Romanos o Griegos. Fue así como llegó a China, y la cultura del lugar la sorprendió por completo.

Se hizo pasar por una viajera que estaba de paso en un pueblito bastante pequeño, y pronto congenió con un matrimonio de ancianos bastante amables. A pesar de no tener un gran espacio o mucha comida, se ofrecieron a darle hospedaje por el tiempo que ella se quedara allí. Al no tener un nombre por el cual llamarla, la pareja decidió llamarla "Kougyoku", e incluso le dieron su apellido, "Ren".

Para su sorpresa, se quedó más tiempo de lo que había planeado en un inicio. Ya llevaba más de cuatro meses en el mundo terrenal, y la verdad es que lo disfrutaba bastante. No todos los humanos eran malos, y muchos de ellos respetaban y cuidaban la naturaleza, lo cual le alegraba de sobremanera.

Pero las cosas no podían ser tan tranquilas todo el tiempo. Antes del invierno, un extraño sujeto apareció en la aldea. Se hacía llamar "Tao", y al parecer había salido recientemente de prisión.

Nadie quería darle alojamiento a un sujeto como él, ya que había sido acusado por robo; sin embargo, la pareja que cuidaba a Kougyoku sí lo hizo. Al principio la chica no soportaba la presencia de aquel hombre, puesto que su aura se le hacía desagradable. Estaba teñida de colores que no presagiaban nada bueno, así que evitaba pasar mucho tiempo cerca de él.

Aunque su plan se complicó un poco cuando los dos fueron a recolectar algo de hierbas al campo. Una lluvia les obligó a permanecer dentro de una cueva, y pese a discutir un poco al principio, Tao terminó sincerándose con ella.

Él había nacido en una familia bastante pobre, por lo que tenía que robar para alimentar a su hermana menor. Al inicio nadie lograba atraparlo, pero un día cometió el error de robar en la casa de un "policía". Lo metieron a prisión por 10 años, y al no haber nadie quien cuidara de su hermana, ella falleció cinco años antes de que él pudiese ser liberado.

Compadeciéndose un poco por su historia, Acuario decidió dejar de juzgarlo y tratar de verlo con otros ojos. Con lo que no contaba, sin embargo, era el terminar enamorada de él.

Pasaron los años, y la pareja que los había estado cuidando lograron estar presentes en la boda de ella y Tao, poco antes de morir. Ambos vivieron felizmente en la pequeña casa que los abuelos les habían dejado, pero por desgracia, Kougyoku nunca fue capaz de darle un hijo a su esposo. E incluso le aterraba saber que mientras él envejecía, ella seguía siendo tan joven como el primer día que se conocieron.

Sin embargo, por culpa de una enfermedad que azotó el pueblo, Tao falleció antes de cumplir los 30 años. Con el corazón roto, Acuario regresó al mundo espiritual, jurándose a sí misma que no volvería nunca más a la Tierra, puesto que temía encariñarse nuevamente con otro ser humano.

Los años pasaron, y la guerra entre los Dioses comenzó. En un inicio Acuario decidió no participar ni siquiera como juez de esta, puesto que tales cosas violentas le disgustaban por completo. Además, uno de los dioses involucrados no había dejado de acosarla desde que hacía bastante tiempo, y lo que más deseaba era mantenerse alejada de alguien tan problemático como él.

Pero, por mera casualidad, se fijó en el que sería el portador de Tot, y la sorpresa que se llevó casi la mata, literalmente. El chico no sólo era la reencarnación de aquel Dios, sino que también tenía un parecido aterrador con Tao.

Haciendo caso omiso de sus propios pensamientos, decidió seguir sus instintos y bajar a la tierra para encontrarse con aquel chico. Debido a la posesión repentina de Tot, el chico había sufrido un paro cardíaco, y de no haber sido porque ella decidió intervenir, él seguramente habría muerto en aquel mismo instante.

Ese fue el día en el que conoció a Judal. Aunque en un inicio decidió salvarlo por su parecido con Tao, pronto se dio cuenta de que eran personas totalmente distintas. De todas formas ella decidió no cometer el mismo error dos veces y optó por tratar de interactuar con él de la forma más "neutral" posible, sólo para evitar que sus hermanos pensaran que ella tenía algún favoritismo con Tot.